EL COACH QUE HABITA DENTRO DEL CONSULTOR

/ / Temarios

Independientemente de tu creencia, uno de los personajes que más huellas ha dejado en la historia fue Jesús de Nazaret. Entre otras tantas virtudes de Jesús, él sabía conectar con las personas. Las escuchaba, las entendía, no las juzgaba (aunque cuando era necesario las corregía) las orientaba y fundamentalmente, estaba presente en sus realidades. Conocía su entorno, sus necesidades, donde estaban y a dónde debían ir si querían experimentar satisfacción en sus vidas. Enseñó de trabajo, política, religión, familia, y muchos otros temas útiles para sus vidas. Sin duda Jesús dejó huellas imborrables en quienes lo rodearon, a tal punto que, cuenta la historia, muchos murieron por seguir sus principios.

No se pretende en este artículo comparar a Jesús con un Consultor, ni tampoco definir que él lo era, pero es interesante describir algunas actitudes y acciones que son necesarias desarrollar dentro de ti para ser un consultor diferente y puedas dejar huellas en la vida de tus clientes, que podrían luego, convertirse en tus amigos, y que tus aportes para con ellos vaya más allá de la necesidad técnica del momento. Seguramente te convertirás en un referente a futuro y nunca te irás de sus vidas.

Estas acciones y actitudes son propias de un Coach, aunque en ocasiones, las calificaciones y definiciones son ambiguas, pero lo cierto es que, más allá de los nombres serían muy útiles en tu función como Consultor. Te recomiendo revisar en nuestro blog, la infografía que compara las características de uno y otro.

(www.mentoresquetrascienden.com/blog)

Para dejar huella como Consultor y dejar actuar el Coach que habita dentro de ti:

1 – Conecta con las personas. Si bien tu tarea será evaluar, corregir y mejorar sistemas que produzcan una mejora en los rendimientos de una organización, recuerda que estas están integradas por personas con sentimientos, necesidades y expectativas. Una buena manera de conectar con ellas es tenerlas en cuenta, practicar una escucha activa, abierta, y generar un vínculo de confianza y respeto mutuo que vaya más allá de lo laboral, para que logres conocer con quién estás trabajando y de ahí llevarlo a ser su mejor versión en lo personal y como consecuencia en en lo laboral, lo que aportará a mejorar el sistema que te llevó a esa organización como Consultor.

2 – No abandones el método. Cómo Consultor fuiste contratado para mejorar un sistema y lograr eficientar los resultados del mismo en beneficio de la organización. No olvides quezº te contrataron. Enseña el método que traes para mejorar el rendimiento, pero hazlo de una manera abierta, teniendo en cuenta que quienes serán los encargados de aplicarlos son personas con todo lo que eso significa. Se creativo, didáctico y asegúrate que el método haya quedado claro. Acompaña a las personas encargadas de ponerlo en práctica hasta que comience a funcionar. No pierdas el objetivo de tu tarea de Consultor.

3 – Combina al Consultor con el Coach. Tendrás el desafío en cada acción que emprendas de encontrar el equilibrio entre estas dos funciones. El método técnico es lo que viniste a implementar, pero recuerda que sin las personas adecuadas y en buen estado emocional, espiritual y físico, será más difícil hacerlo. No olvides el método ni el objetivo de mejorar los resultados, pero tampoco olvides a las personas que lo lograrán contigo. Esta buena combinación en la proporción adecuada, te convertirá en su mentor y referente en lo técnico, y en sus vidas.

Si quieres encontrar un diferenciador en tu carrera como consultor, incorpora y desarrolla las habilidades y competencias de un Coach, sin olvidar que eres Consultor y tu profesión, lo que eres y lo que sabes te llevó hasta ellos.

Si quieres dejar huellas en la vida de las personas y ser un Mentor que Trasciende, descubre y libera el Coach interno que necesita un Consultor diferente.

En Mentores que Trascienden compartiremos herramientas útiles para lograr este cometido y acompañarte en todos los aspectos de tu vid.

Gerardo Pereyra

Mentores que Trascienden.

SUBIR